Pues que se la pida a otro porque yo estoy hasta el moño de mudanzas. Aunque os la haría en un periquete porque estoy cogiendo un arte en embalar y desembalar...venga si lo pagáis bien pongo furgoneta, conductor, electricista, montador, pintor, diseñadores, limpiadora y hasta fabricante de muebles, eso si, con niño ayudante incorporado. Parecen muchas personas pero somos estanjanito, estanjano y yo.
Desde que me fui de casa a la residencia de monjas para estudiar en la uni, pasando por pisos compartidos, casa sola, vuelta a casa de mi padre, ida para cantabria y de un piso a una casa han pasado unos 15 años y ha sido casi un no parar en los últimos años. Si ha eso le sumamos la última mudanza donde arreglamos y le dimos un giro a la que era la casa de mis abuelos, se juntan un sinfín de anécdotas a la cual mejor.
La de casa de mis abuelos ha sido de las mejores (y lo digo con mucha ironía y recochineo) intentar hacer toda una mudanza en dos fines de semana largos, con viajes en furgoneta de por medio tiene mucho mérito y el que haya hecho una mediana mudanza lo puede entender si además le sumamos un cambio de imagen
El primer fin de semana lo dedicamos a guardar y tirar los montones y montones de recuerdos que guardaba mi familia, con genes guardariles, y que yo heredé pero de los que he ido renegando mudanza tras mudanza. Mientras yo hacía eso más íntimo y agobiante a la vez, estanjano empezó a desmontar muebles, arreglar otras cosas y pintar (que le presenten a él el señor que inventó el gotelé y al que convenció a mis abuelos que lo pusieran en el salón). Bueno hasta aquí normal, pese a los quinientos viajes que me pegué a las basuras y al garaje-trastero dos pisos bajo rasante con una rampa por donde despeñé con mi antiguo saab un día de lluvia hace algo más de siete años; y por la que bajé con carrito de la compra unas 2093 películas grabadas por mi abuelo y que no pensó nunca en como las sacaríamos de ahí, mi pobre.
El segundo fin de semana fue el remate final. Era el momento de montar muebles y terminar de bajar otros. Eso tiene dos fases: 1a. Bajar muebles, menos mal que vas con un profesional, piensa una. Pero a los tres viajes, la una, quiere a otro profesional para sentarse a descansar. Y en cuarto viaje, que vas con estanjanito de pequeño ayudante, no hay otra opción, y el p... Armario de baño se empina en el inicio de la rampa y ni dos tíos fuertes tendrían coj... De ponerle bien de nuevo. Visualizas a tu marido rampa abajo subido en el armario a punto de despedazarse contra el muro curvo del final. Una alma caritativa aparece y te parece ver a Jesús (aunque no seas católico apostólico y romano; os juro que lo veis). El hombre en cuestión intenta maniobra de arrastre desde abajo mientras su compañera "algo mareada" se acerca a tu hijo para distraerle y por un momento les ves a los dos rampa abajo porque ella se tropieza y al caer casi se lleva al niño. Después de dejarlos a la mareada y estanjanito bien sentados, jesúsaparecido, estanjano y yo iniciamos movimientos de arrastre cuál estructuristas que mueven casas completas en esos documentales de construcciones. Uf! Si estáis cansados me alegro. Nosotros acabamos medio muertos pero bajamos el p... Armario.
Uy pero esperad, si sólo hemos hecho la primera fase. La segunda se trata de subir muebles y sofá que nos llevamos de Santander. Sí, también hay anécdota. Hora: las 18 horas? Serían, después de tantos días de trajín solo distinguíamos la noche del día y aun así seguíamos currando. Sofá azul mono, nunca lo olvidaré, estanjano y yo que nos disponemos a realizar casi el último viaje. Primer inconveniente, no entra en el ascensor por dos centímetros. Bueno, plan B, la escalera setetera. Que además es más baja el primer piso por los entresuelos. Cavhisfsgjblg. Y por tanto, NO pasa el sofá. Vaaale, plan C, si las patas del sofá se pueden desmontar...estanjano pa' rriba a coger herramientas, estanjano pa' bajo. No entran es una nosequecoñodijo, pero por sus narices que desmontó las patas. Biennnnn. JA JA. Sacamos el sofá del ascensor, cinco pisos más arriba, y pasada la puerta que abre del revés justo contra las escaleras que bajan y el estrecho descansillo que como te descuides te vas rodando. Y tachaaaaan, el sofá no entra por la puerta del piso, de setenta y un cm. Y girando no se puede porque i das con el escalón de la escalera que sube o contra el techo o la barandilla si lo quieres elevar. Giramos por aquí, giramos por allá, espera cariño que pienso, no, espera tu que ya lo teeng, nada no he dicho nada, y si, no, y siii, espera, a ver...y unos veinte? Minutos más tarde el sofá descansaba finalmente en el salón de mis abuelos (siempre será su salón, aunque si ahora entrasen pensarían que se han equivocado).
Otro día igual os cuento más pero quería desahogarme y dejar escrito a mi hijo lo mucho que aguantó, lo bien que se portó y lo que aprendes con tantas historias: págate a alguien que haga la mudanza cariño porque tu padre y yo no lo pensamos hacer
Desde que me fui de casa a la residencia de monjas para estudiar en la uni, pasando por pisos compartidos, casa sola, vuelta a casa de mi padre, ida para cantabria y de un piso a una casa han pasado unos 15 años y ha sido casi un no parar en los últimos años. Si ha eso le sumamos la última mudanza donde arreglamos y le dimos un giro a la que era la casa de mis abuelos, se juntan un sinfín de anécdotas a la cual mejor.
La de casa de mis abuelos ha sido de las mejores (y lo digo con mucha ironía y recochineo) intentar hacer toda una mudanza en dos fines de semana largos, con viajes en furgoneta de por medio tiene mucho mérito y el que haya hecho una mediana mudanza lo puede entender si además le sumamos un cambio de imagen
El primer fin de semana lo dedicamos a guardar y tirar los montones y montones de recuerdos que guardaba mi familia, con genes guardariles, y que yo heredé pero de los que he ido renegando mudanza tras mudanza. Mientras yo hacía eso más íntimo y agobiante a la vez, estanjano empezó a desmontar muebles, arreglar otras cosas y pintar (que le presenten a él el señor que inventó el gotelé y al que convenció a mis abuelos que lo pusieran en el salón). Bueno hasta aquí normal, pese a los quinientos viajes que me pegué a las basuras y al garaje-trastero dos pisos bajo rasante con una rampa por donde despeñé con mi antiguo saab un día de lluvia hace algo más de siete años; y por la que bajé con carrito de la compra unas 2093 películas grabadas por mi abuelo y que no pensó nunca en como las sacaríamos de ahí, mi pobre.
El segundo fin de semana fue el remate final. Era el momento de montar muebles y terminar de bajar otros. Eso tiene dos fases: 1a. Bajar muebles, menos mal que vas con un profesional, piensa una. Pero a los tres viajes, la una, quiere a otro profesional para sentarse a descansar. Y en cuarto viaje, que vas con estanjanito de pequeño ayudante, no hay otra opción, y el p... Armario de baño se empina en el inicio de la rampa y ni dos tíos fuertes tendrían coj... De ponerle bien de nuevo. Visualizas a tu marido rampa abajo subido en el armario a punto de despedazarse contra el muro curvo del final. Una alma caritativa aparece y te parece ver a Jesús (aunque no seas católico apostólico y romano; os juro que lo veis). El hombre en cuestión intenta maniobra de arrastre desde abajo mientras su compañera "algo mareada" se acerca a tu hijo para distraerle y por un momento les ves a los dos rampa abajo porque ella se tropieza y al caer casi se lleva al niño. Después de dejarlos a la mareada y estanjanito bien sentados, jesúsaparecido, estanjano y yo iniciamos movimientos de arrastre cuál estructuristas que mueven casas completas en esos documentales de construcciones. Uf! Si estáis cansados me alegro. Nosotros acabamos medio muertos pero bajamos el p... Armario.
Uy pero esperad, si sólo hemos hecho la primera fase. La segunda se trata de subir muebles y sofá que nos llevamos de Santander. Sí, también hay anécdota. Hora: las 18 horas? Serían, después de tantos días de trajín solo distinguíamos la noche del día y aun así seguíamos currando. Sofá azul mono, nunca lo olvidaré, estanjano y yo que nos disponemos a realizar casi el último viaje. Primer inconveniente, no entra en el ascensor por dos centímetros. Bueno, plan B, la escalera setetera. Que además es más baja el primer piso por los entresuelos. Cavhisfsgjblg. Y por tanto, NO pasa el sofá. Vaaale, plan C, si las patas del sofá se pueden desmontar...estanjano pa' rriba a coger herramientas, estanjano pa' bajo. No entran es una nosequecoñodijo, pero por sus narices que desmontó las patas. Biennnnn. JA JA. Sacamos el sofá del ascensor, cinco pisos más arriba, y pasada la puerta que abre del revés justo contra las escaleras que bajan y el estrecho descansillo que como te descuides te vas rodando. Y tachaaaaan, el sofá no entra por la puerta del piso, de setenta y un cm. Y girando no se puede porque i das con el escalón de la escalera que sube o contra el techo o la barandilla si lo quieres elevar. Giramos por aquí, giramos por allá, espera cariño que pienso, no, espera tu que ya lo teeng, nada no he dicho nada, y si, no, y siii, espera, a ver...y unos veinte? Minutos más tarde el sofá descansaba finalmente en el salón de mis abuelos (siempre será su salón, aunque si ahora entrasen pensarían que se han equivocado).
Otro día igual os cuento más pero quería desahogarme y dejar escrito a mi hijo lo mucho que aguantó, lo bien que se portó y lo que aprendes con tantas historias: págate a alguien que haga la mudanza cariño porque tu padre y yo no lo pensamos hacer
Madre mí, espero que por lo menos el sofa sea cómodo,:P. Ahora en serio, piensa que cada vez queda menos para estar instalados. un beso
ResponderEliminarjajjaajja, lo que me he reído!!!! ¿no lo haces tu también ahora?
ResponderEliminarYo también tengo una anécdota así, pero con menos gracia para contarla. Teníamos que subir un sofá a la primera planta de una casa y después de todo eso que tu has contado no cabía de ninguna forma. Al final optamos por hacerlo por la terraza, desde la calle. Con una mierda de cuerda. Mi por aquel entonces novio, dos amigas y yo. Como que con 16 años. Mi novio, marido, que se creía muuu fuerte se pone a tirar y el sofá choca con el voladizo de la terrraza, intentamos Balancearlo pero no hay forma. Nos quedamos sujenta´dolo mi amiga y yo por la cuerdad y mi novio, marido baja para empujarlo desde abajo, pero por una cuarta no llega. Busca una escalera, pero no tenemos, va a buscar una silla. A todo esto habría pasado ya una hora en los intentos: tira, ahora!!!!! pero si ya tiro. Que no se puede!!!. Que si, ayyyyyy fuerza máxima...de repente aparece un coche, se bajan dos tios, tios, no como mi novio,marido de 18 años. uno sube y de un leve estironcillo y mientras el otro que tenía una cuarta más que mi amor saca para afuera del voladizo el sofa y plin! arriba en un pis pas. Y se fueron sin decir nada, dejándonos con la boca abierta.
The End
Sólo hay algo peor que una mudanza, una reforma de casa!! ;)
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